Luis Rubiales, alguna vez una figura poderosa en el fútbol español, presentó su renuncia a última hora del 10 de septiembre, sucumbiendo finalmente a una enorme presión pública y legal. La medida sigue a una serie de controversias que comenzaron con su comportamiento inapropiado durante la victoria de España en la Copa Mundial Femenina en agosto en Sydney, Australia.
Apenas unos días antes de que Rubiales renunciara, los fiscales en España lo acusaron de agresión sexual y coerción. Esta novedad jurídica se produjo dos días después de que Hermoso acusara oficialmente a Rubiales del mismo asunto. Hermoso contradijo rotundamente las afirmaciones de Rubiales de que el beso fue un acto ceremonial consensuado. También afirmó que hubo intentos por parte de la federación de obligarla a ella y a su familia a apoyar a Rubiales.
Rubiales se enfrentó a una rápida sanción de la FIFA después de besar en los labios a la jugadora española Jenny Hermoso sin su permiso en una ceremonia que fue televisada a todo el mundo. El incidente no sólo empañó la reputación de Rubiales, sino que también provocó debates a través de las fronteras de España, tocando cuestiones de consentimiento, sexismo y abuso de poder en el mundo del deporte.
A raíz de este escándalo, el secretario de Estado de Deportes de España, Víctor Francos, comentó que Rubiales había hecho lo que exigía casi toda la sociedad española. Hay una abrumadora opinión pública a favor de la renuncia de Rubiales. La mayoría de aficionados, jugadores y políticos ven este acto como un abuso de poder e insinuaciones sexuales, según Associated Press.
El expresidente de la Federación Española de Fútbol reveló su dimisión a Pedro Rocha, presidente interino de la federación. La federación también emitió un anuncio oficial confirmando la renuncia, indicando que pronto se celebrarán elecciones para elegir un nuevo presidente.
La decisión de Rubiales llega en un momento crucial en el que España se postula, junto con Portugal, Marruecos y posiblemente Ucrania, para albergar la Copa Mundial masculina de 2030. Dado el riesgo para su reputación, Rubiales también renunció a su cargo como vicepresidente de la UEFA.
Además de las ramificaciones, la liga española de fútbol femenino se encuentra actualmente en huelga para exigir mejores salarios, lo que pone de relieve los problemas que afectan al fútbol español. Jenny Hermoso, la jugadora en el centro de esta polémica, ahora representa al club mexicano Pachuca después de una exitosa carrera en Europa.
(con entrada AP)
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