Predecir las erupciones volcánicas es muy difícil. En gran parte, se debe a que los volcanes son únicos y cada uno tiene sus propias características y personalidades: las lecciones aprendidas al estudiar un volcán pueden no aplicarse directamente a otro. Afortunadamente, los investigadores están mejorando en la búsqueda de señales de advertencia que se pueden aplicar ampliamente. Los más famosos son el aumento de la actividad sísmica, el aumento de las temperaturas, la ampliación de los charcos de magma y la desgasificación. Una nueva investigación que utiliza imágenes de satélite ofrece ahora una nueva señal de advertencia para los volcanes submarinos: un cambio en el color del océano.
La idea es simple: se sabe desde hace mucho tiempo que a medida que los volcanes submarinos se preparan para entrar en erupción, los gases y compuestos que liberan afectan la composición del agua de mar circundante. El agua rica en hierro se ve amarillenta o marrón, por ejemplo, mientras que el aluminio y el silicio se vuelven blancos como el agua. El desafío siempre ha sido aplicar esta información de manera sistemática para hacer predicciones útiles. Medir con precisión estos cambios de color no es fácil.
Yuji Sakuno, profesor asistente de la Universidad de Hiroshima, está trabajando en este problema. Como experto en teledetección, su herramienta principal en este esfuerzo es la Misión de Observación del Cambio Climático Global de la Agencia Espacial de Japón (JAXA) (GCOM-C). GCOM-C monitorea el océano cada 2-3 días con una precisión de 250 metros, lo que le brinda a Sacono datos confiables sobre los cambios en el color del agua a lo largo del tiempo.
Al combinar las imágenes del GCOM-C con la información de la erupción del Himawari-8 (un satélite geoestacionario), Sakuno pudo observar cambios en el color del agua del mar aproximadamente un mes antes de la actividad volcánica en la isla Nishinoshima.
Un logro que hizo posible esto consistió en encontrar una forma de medir con precisión el color, a pesar de la forma en que la luz del sol puede distorsionar y jugar malas pasadas con una aparente acuarela. Sakono examinó otras áreas de investigación para encontrar una solución: el trabajo anterior sobre agua termal proporcionó las herramientas necesarias para contrarrestar las distorsiones del sol.
Sakuno tiene grandes planes para esta tecnología: “En el futuro”, dijo, “me gustaría crear un sistema que pueda predecir erupciones volcánicas con mayor precisión en colaboración con la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) y la Agencia de Seguridad Marítima. , que monitorea los volcanes marinos y la investigación relacionada «.
Esta investigación también subraya el valor de los satélites de observación de la Tierra. La gran mayoría de las naves espaciales puestas en órbita no se utilizan para estudiar el universo, sino que se desvían para mirar la Tierra. Las misiones espaciales como GCOM-C están diseñadas para mejorar la vida aquí en casa. Ya sea habilitando comunicaciones y GPS, ayudándonos a comprender y rastreando el cambio climático, o manteniéndonos a salvo de eventos dramáticos como erupciones volcánicas, la infraestructura espacial del mundo tiene un valor muy real para todos los terrícolas.
Aprende más:
«Para predecir erupciones volcánicas submarinas, un científico observa imágenes desde el espacio. Universidad de Hiroshima
Crédito de la imagen destacada: NOAA / National Science Foundation: Lava fundida súper caliente del volcán submarino West Mata.
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