Un estudio británico mostró una pérdida significativa de materia gris en el cerebro de las personas que se recuperaron de la infección, lo que los expertos atribuyen al daño en el tejido cerebral.
La pérdida de materia gris en el cerebro generalmente se asocia con el envejecimiento, pero un nuevo estudio del Biobank del Reino Unido muestra que COVID-19 también podría contribuir.
El estudio muestra una pérdida significativa de materia gris en el cerebro de las personas que se han recuperado de la infección, lo que los expertos atribuyen al daño en el tejido cerebral. Se sacaron conclusiones con una encuesta de seguimiento (antes de la infección) de 394 supervivientes de COVID y 388 voluntarios sanos. La mayoría de los supervivientes de COVID estudiados tenían una infección de leve a moderada.
La materia gris es un componente importante del sistema nervioso central que procesa la información. Incluye áreas del cerebro involucradas en el control muscular y la percepción sensorial, como la visión, la audición, la memoria, las emociones, el habla, la toma de decisiones y el autocontrol. Un cambio en la composición de la materia gris afecta directamente las habilidades de comunicación y las células cerebrales.
Y un estudio anterior había indicado que la enfermedad de Covid puede provocar un accidente cerebrovascular o síntomas similares a los de la demencia.
El estudio del Reino Unido informa que las personas afectadas por COVID informan una pérdida significativa de materia gris en áreas del cerebro que responden al olfato, el gusto, la función cognitiva y la memoria. La exploración también reveló daños en aquellas áreas del cerebro que provocan reacciones emocionales. Sin embargo, los investigadores dijeron que se necesitan más estudios para ver si los pacientes que se han recuperado tendrán dificultades para recordar los eventos que los desencadenan emocionalmente.
Los científicos también quieren saber si la pérdida de materia gris es un resultado directo de la entrada del virus en el cerebro o de sus otros efectos.
Los análisis longitudinales convergentes revelaron un efecto significativo y deletéreo de COVID-19 en los sistemas corticales olfatorio y gustativo, con una reducción más pronunciada del espesor y volumen de la materia gris en la circunvolución parahipocampal izquierda, la ínsula superior izquierda (dorsal) y la corteza orbitofrontal lateral izquierda Pacientes con COVID, dijo el estudio «.
Ninguno de estos cambios se observó en los 388 voluntarios sanos que no se infectaron.
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