Lo que debes saber sobre hackear las elecciones de EE.UU., Irán y otros países

En 2016, el material pirateado por Rusia recibió una amplia cobertura mediática. Pero esto parece haber cambiado ahora que los medios se han vuelto más cautelosos a la hora de dar importancia a los datos robados.

Ahora hay más personas que investigan las operaciones de influencia, así como la mejora de las defensas de ciberseguridad en torno a las campañas. Pero a pesar de esto, el desafío ha evolucionado.

Una complicación aquí es que puede resultar más difícil separar la interferencia extranjera de la libertad de expresión interna. Algunos países pueden utilizar a los estadounidenses para difundir sus mensajes. A veces estos estadounidenses son cooperadores voluntarios, pero otras veces no lo saben, e incluso pueden participar escribiendo para sitios web que no saben que trabajan para Moscú o cualquier otro partido.

Hay nuevas preocupaciones por el cambio radical en la tecnología disponible para quienes buscan intervenir gracias a la inteligencia artificial y los deepfakes.

Esto puede permitir enfoques más amigables para las personas en las redes sociales y la creación de contenido falso más convincente. Esto puede llevar a la gente a dudar de lo que es real y de lo que no es real.

Sin embargo, en otras elecciones celebradas en todo el mundo este año, el consenso general fue que estas tecnologías no se habían implementado tanto como algunos temían.

Pero las elecciones estadounidenses son las más importantes del mundo (y es probable que también sean reñidas), lo que significa que es posible que se utilicen nuevas tecnologías por primera vez. Dada la atmósfera política imperante, esta época es más inflamable y polarizada que el pasado.

Otro peligro es que la mera acusación de interferencia extranjera pueda politizarse y utilizarse para generar dudas sobre el resultado de las elecciones.