9 de julio: Miles de personas protestan contra el exceso de turismo en Barcelona, la ciudad más visitada de España, mientras más de 150 organizaciones y movimientos sociales salen a las calles.
En los últimos meses, Canarias y Mallorca han sido testigos de protestas contra la masificación turística.
Unos 3.000 manifestantes salieron a las calles de Barcelona el sábado, según las autoridades locales.
Más de 150 grupos, organizaciones y movimientos sociales participaron en la protesta, y los manifestantes corearon «Turistas, váyanse a casa» mientras bloqueaban simbólicamente el acceso a hoteles y terrazas de restaurantes, informó Euronews.
Los activistas exigen medidas inmediatas para frenar el turismo antes de la próxima temporada de verano, que se espera que arrase con el número de visitantes en Barcelona y en toda la región de Cataluña.
Los manifestantes dicen que la afluencia de turistas ejerce presión sobre los recursos locales y eleva los costos de vivienda para los residentes.
Los manifestantes exigen medidas como limitar los alquileres a corto plazo, imponer más impuestos al turismo y fomentar formas de turismo más sostenibles que beneficien a las comunidades locales y no solo a la industria turística.
Los organizadores dicen que el modelo económico del turismo no funciona. En una publicación en las redes sociales, el activista Martti Koso, portavoz de la Asociación de Vecinos Gótico, afirmó: “Queremos que el modelo económico de la ciudad priorice otras economías más equitativas. Por eso consideramos que hay que limitar el turismo”.
Como principal destino turístico de España, Barcelona sigue enfrentándose a los retos del sobreturismo. La ciudad atrae a 32 millones de visitantes al año, muchos de los cuales llegan en cruceros.
Para abordar este problema, el ayuntamiento aprobó recientemente una medida para aumentar la tasa turística, que aumentará a 4 euros (4,34 dólares) por persona a partir de octubre.
«Lo que me preocupa es lo que implica el turismo y la especulación, y la especulación que tienen sobre la vivienda de los españoles. Los españoles tienen derecho a una vivienda digna», dijo a Euronews un residente local.
Un manifestante dijo a la agencia de noticias Reuters: “Vinimos aquí para protestar contra el turismo de masas en Barcelona. La ciudad atiende cada vez más a los turistas y queremos una ciudad para los ciudadanos, no sólo para los turistas”.
Otro añadió: «Los restaurantes y hoteles obtienen enormes beneficios, pero la gente tiene dificultades para llegar a fin de mes. Esto es un problema».
El alcalde de Barcelona, Jaume Colboni, dio a conocer recientemente un plan para abordar la crisis inmobiliaria de la ciudad y los problemas de exceso de turismo, con una iniciativa destinada a eliminar gradualmente todos los alquileres a corto plazo para 2028 y reducir significativamente el número de apartamentos turísticos en la ciudad.
La ministra española de Vivienda, Isabel Rodríguez, expresó su apoyo a estas medidas, destacando la urgente necesidad de proporcionar viviendas asequibles.
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