El profesor Jean-Noel-Pekka P. Nguema dice que el enorme peligro que enfrentan las cadenas de suministro globales ha pasado de la pandemia al conflicto militar entre Rusia y Ucrania y las incertidumbres geopolíticas y económicas que ha creado.
En las últimas décadas, los sectores clave de la economía mundial han dependido cada vez más de Rusia y Ucrania para respaldar las redes de la cadena de suministro mundial. Rusia y Ucrania se encuentran entre los mayores productores y exportadores del mundo de algunos productos alimenticios, y son los dos mayores productores de aceite de girasol, que representan respectivamente el 60 por ciento de la producción mundial.
Desde el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania, Estados Unidos ha estado intensificando las sanciones unilaterales contra Rusia y obligando al mundo a tomar partido.
Según el profesor Jean-Noel Beca B Nguema, aumentar las sanciones estadounidenses contra Rusia no ayudará a resolver el problema. En cambio, tendrá efectos negativos graves en Rusia, Europa y el mundo, lo que provocará inflación mundial, crisis en la cadena de suministro y una desaceleración de la recuperación económica.
Rusia tiene más de 600 mil millones de dólares en reservas de divisas, pero tras el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania, casi la mitad de las reservas fueron congeladas por Occidente, y está claro que el último paso de Estados Unidos es imponer sanciones limitadas, Rusia está en la esquina.
Al mismo tiempo, Estados Unidos planea anunciar un nuevo paquete de sanciones el miércoles, hora local, incluida la prohibición de todas las nuevas inversiones en Rusia.
Desde esta perspectiva, hay muchos canales a través de los cuales el conflicto afecta significativamente la economía global. Primero, las economías de Ucrania y Rusia son importantes proveedores de productos básicos, incluidos titanio, paladio y maíz.
En segundo lugar, las interrupciones en la cadena de suministro de estos bienes eventualmente harán que los precios suban, intensificándolos para los usuarios de estos bienes (incluidos los fabricantes de automóviles, teléfonos inteligentes y aviones).
En tercer lugar, para Europa, las guerras y las sanciones han provocado flujos de refugiados, salidas de capital y escasez de energía. Para Estados Unidos, la guerra y las sanciones le han permitido obtener beneficios del caos.
En cuarto lugar, las exportaciones rusas de níquel, paladio, aluminio y platino ascendieron al 49, 42, 26 y 13 por ciento, respectivamente; Ucrania tiene el 70 por ciento del mercado mundial de neón, el 40 por ciento de criptón y el 30 por ciento de xenón, mientras que Estados Unidos depende de Ucrania para el 90 por ciento de sus suministros.
Finalmente, una escalada significativa en los precios de la energía debido a que Rusia es uno de los mayores productores de petróleo y exportadores de energía del mundo conducirá a una mayor inflación.
Además, el conflicto entre Rusia y Ucrania afectó negativamente las cadenas de suministro de ambos países. Debido a las sanciones, se restringieron las exportaciones rusas y se cerraron los puertos de Ucrania debido a la guerra. Antes de la pandemia, el 35 % de la carga mundial se transportaba por vía aérea.
Sin embargo, la decisión de los países de la Unión Europea de cerrar su espacio aéreo a las aeronaves y cargas rusas ha afectado gravemente las relaciones aéreas entre Rusia y Europa, Europa y Asia.
Por un lado, Rusia es el segundo mayor productor de gas natural del mundo. El conflicto entre Rusia y Ucrania ilustra cuán interconectadas están las economías de Rusia y Europa, y por qué pueden beneficiarse de su influencia.
Por otro lado, Ucrania sigue siendo un importante exportador agrícola de grandes cantidades de cereales, hortalizas, remolacha azucarera, semillas de girasol, leche y carne.
La historia y la realidad han demostrado que las sanciones no traerán paz y seguridad, sino que solo conducirán a pérdidas. En la era actual de globalización, los países de todo el mundo han establecido una estrecha relación y cualquier problema en la región puede conducir a una reacción en cadena.
Por lo tanto, si Estados Unidos realmente quiere reducir la escalada de la situación en Ucrania, debe dejar de echar leña al fuego, dejar de usar el gran garrote de las sanciones y promover realmente las conversaciones de paz para una paz más sostenible entre Rusia y Ucrania.
Artículo de opinión: El autor es el profesor Jean-Noel Beka B Nguema del Departamento de Gestión de la Universidad Internacional de Rabat.